Antes de salir de nuestra fábrica, en Abrantes (Portugal), para el mundo, todos los aceites Gallo se someten a rigurosas pruebas de calidad.
Cada aceite es probado, a través de análisis físico-químicos, en nuestro laboratorio, certificado por el Instituto Portugués de Acreditación y reconocido por el Consejo Oleícola Internacional. El aceite también es analizado a nivel sensorial, en una prueba realizada por nuestro grupo de catadores, también certificado y reconocido internacionalmente. De esta forma, garantizamos que solo los mejores aceites lleguen a tu casa.
¿Sabías que todos los años probamos alrededor de 8000 muestras de aceite y que cerca del 70% son rechazadas porque no cumplen con nuestros estándares de calidad?
Los análisis físico-químicos determinan la calidad del aceite en diferentes parámetros, y la prueba sensorial clasifica el aceite a través de dos sentidos: el olfato y el gusto. Cada aceite es analizado, en cuanto a su aroma y sabor, según tres cualidades principales: afrutado, amargo y picante. Existe una cuarta cualidad, dulce, que aunque todavía no está contemplado en la legislación de la Unión Europea, también se encuentra en el aceite.
Nuestro objetivo es traerte el mejor que nos da cada olivo, por eso, a través de estos análisis, más que comprobar nuestra autenticidad, queremos que conozcas mejor el aceite que compartes con tu familia y amigos.
Para descubrir más sobre tu aceite, busca el número del lote en el envase Gallo e introdúcelo en el siguiente campo. Conocerás rápidamente todas las características de calidad del producto que compraste. Es sencillo, fácil y sabe bien.
En el reverso de la botella
Junto a la tapa
En la parte superior de la lata
Introduce el n.º del lote de tu Aceite Gallo y descubre lo que lo hace tan especial
Los análisis publicados se realizaron en los laboratorios de la fábrica de productos Gallo Victor Guedes, en Abrantes, Portugal. ¿Quieres saber más? Descubre más Sobre nosotros o Contáctanos.
¿Qué significado tiene cada parámetro?
En el boletín de análisis de tu aceite, encontrarás diferentes términos que corresponden a criterios de calidad y pureza del aceite. ¿Quieres saber su significado?
La acidez es uno de los parámetros químicos que permiten clasificar un aceite de oliva. Consiste en el porcentaje de ácidos grasos libres presentes en 100 gramos de aceite de oliva. La acidez es del 0% solo dentro de la aceituna, ya que tan pronto comienza la extracción del aceite, este se mezcla con el agua contenida en la aceituna. Una baja acidez es un signo de aceitunas sanas y de un buen proceso de fabricación.
Cuando una grasa entra en contacto con el oxígeno, se forman compuestos llamados peróxidos. Los peróxidos, que más tarde pueden causar defectos en el aceite de oliva, se forman debido a varios factores, como el procesamiento incorrecto de las aceitunas en el lagar o el almacenamiento en malas condiciones del aceite de oliva. Este parámetro permite determinar el grado de oxidación primaria de un aceite de oliva.
Esta prueba, así como el índice de peróxido, indica la primera fase de la degradación del aceite de oliva provocada por la reacción con el oxígeno.
Este parámetro indica la segunda fase de degradación del aceite de oliva provocada por la reacción con el oxígeno, que representa un estado de oxidación más avanzado. Este parámetro también puede indicar la presencia de aceite de oliva refinado.
Este parámetro depende del tipo de aceituna que se usa para hacer el aceite de oliva, ya que algunos tipos producen aceites de oliva con un ΔK alto. El ΔK también permite detectar mezclas con aceite de oliva refinado.
Además de los análisis físico-químicos, los aceites de oliva Gallo también se someten a un análisis sensorial. Esta prueba, que consiste en la calificación organoléptica del aceite de oliva , se basa principalmente en dos sentidos, el olfato y el gusto, y la lleva a cabo un panel de catadores aprobados, especialmente seleccionados y entrenados a tal fin. Bajo condiciones controladas, los catadores analizan cada aceite de oliva desde el punto de vista sensorial, calificándolo según los atributos positivos, siendo los principales el frutado, el amargo y el picante, y según los negativos, comúnmente denominados «defectos». Los tres atributos positivos pueden clasificarse en función de su intensidad como: intenso, medio o ligero, con un cuarto atributo, dulce, que aún no está contemplado en la legislación de la Unión Europea, pero que también está presente en el aceite de oliva.
1. Prueba organoléptica (mediana de los defectos)
2. Prueba organoléptica (mediana del atributo frutado)